en el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre.

jueves, 26 de abril de 2012

sentada en un banco frente a la playa vacía de las playitas lo único que veo en movimiento son las olas del mar, las nubes moverse  si miro a mi izquierda y un sufista que camina por la desierta playa con su tabla en la mano. aun se ve perfecta mente con la luz del sol pero algunas de las farolas de la avenida están ya encendidas. miro hacia el melle, también esta vació,las hamacas de la playa están ya recogidas. debajo  de ellas no hay mas que arena. lo único que escucho es el sonido del mar; el de las palmeras que están a mi espalda  que se mueven debido al viento y algún que otro pajarito cantar: de vez en cuando pasa alguien por la avenida pero enseguida se convierte en una figura borrosa que se aleja cada vez mas hasta que desaparece. Así son las tardes de mis domingos, cojo mi vieja bicicleta y bajo hasta la playa: a veces llevo un libro, otras me conformo con el móvil para  poder escribir, y hay otras en las que únicamente  llevo  las llaves de casa en el único bolsillo de mi vieja sudadera roja.

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